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sábado, 26 de noviembre de 2016

¿DÓNDE HAY MAS BACTERIAS?. CULTURA CIENTÍFICA

Se estima que solo conocemos el 1% de los microorganismos que habitan la Biosfera. 
Aunque solo una pequeña parte de ellos causan enfermedades en los seres humanos, su pequeño tamaño, su gran número y su ubicuidad hacen que sea inevitable que entren en contacto con nosotros y que, de vez en cuando, dañen nuestra salud.

En este proyecto de investigación planteamos a los alumnos de Cultura Científica los siguientes objetivos:
1. Demostrar la existencia de microorganismos en los objetos de nuestro entorno, en nuestra piel y en el aire usando para ello los pasos del método científico y elaborando un informe al final.
2. Mediante el análisis de la morfología de las colonias bacterianas, identificar sus diferencias.

Para la realización de esta práctica utilizamos 5 sesiones repartidas a lo largo de tres semanas.
En una sesión previa a la visita al laboratorio pedimos a los alumnos buscar información sobre qué son las bacterias, sus partes, su clasificación, sus beneficios, algunas enfermedades causadas por ellas, su localización, sus requisitos para sobrevivir, su forma de reproducción, su cultivo, cómo se pueden estudiar una vez cultivadas (principal tipo de tinciones...). 

Tras este trabajo exhaustivo y la puesta en común en clase realizamos una primera visita al laboratorio y dimos a cada grupo de trabajo dos placas Petri (con agar). Les pedimos dividir una de ellas en dos partes con un rotulador permanente en el exterior de la base y cultivar en ellas bacterias obtenidas mediante un hisopo de la superficie de sus teléfonos móviles y en otra bacterias obtenidas de sus propias manos.





La segunda placa Petri la dejaron abierta durante unos instantes tratando de capturar posibles bacterias que pudiera haber en el aire de la sala y posteriormente ambas placas las cerraron, las etiquetaron con sus nombres y las guardaron en un sitio seco y oscuro en el laboratorio desgraciadamente no tenemos estufas de laboratorio para poder meterlas).
Además, mantuvimos una de las placas sin abrir y la marcamos como placa Control para poder hacer comparaciones a lo largo de nuestro experimento y la guardamos junto a las demás.

Tras 4 días, volvimos al laboratorio y recogimos datos de las colonias (y demás organismos) obtenidas en nuestras placas Petri.





Los alumnos contaron el número de colonias y las clasificaron según su forma, contorno... Anotaron todas sus conclusiones en su cuaderno de laboratorio.




 


Dos días más tarde regresamos al laboratorio y estudiamos de nuevo las colonias obtenidas y el crecimiento de éstas. Algunos alumnos utilizaron no solo las lupas binoculares del laboratorio sino también aplicaciones de lupa de sus teléfonos móviles con los que fotografiaron sus resultados.
Os mostramos aquí algunas de las imágenes obtenidas. Aunque los alumnos en un principio creyeron que todas las colonias se correspondían a colonias bacterianas, desgraciadamente determinamos que la mayoría de ellas eran colonias de hongos que habían conseguido invadir nuestras placas Petri (recordamos que estaban en el laboratorio sin estar herméticamente cerradas ni en el interior de ninguna estufa que hubiera en cierto modo impedido su contaminación).

Placa control contaminada con hongos

Una de las placas más significativas era la placa control que no había sido abierta en ningún momento pero había sido colonizada (sobre todo los bordes más expuestos) por numerosos hongos.

















Tras el estudio detallado presentaron todas sus conclusiones al resto de compañeros y acompañaron sus explicaciones con postes y trípticos elaborados para la ocasión.





¡Buen trabajo chicos!








































HAYEDO DE MONTEJO

Con la clase de Biología de 3º ESO fuimos a una senda organizada por la Comunidad de Madrid para estudiar el hayedo de Montejo de la Sierra en preotoño como un ejemplo de bosque Atlántico en un fantástico estado de conservación.


Uno de los objetivos más importantes de la senda era el fomentar el senderismo como actividad de vida saludable por la Sierra de Madrid incluidas en el plan de centro de este año en nuestro colegio y que hemos denominado PARA VIVIR MEJOR.

 

Durante la visita tuvimos la suerte de que nos acompañaran dos monitores que nos fueron explicando las características de los hayedos en general y en concreto del de Montejo de la Sierra en el que nos encontrábamos.

 


Montejo de la Sierra es un municipio perteneciente a la Sierra Norte de Madrid, en plena naturaleza.
Cuenta la leyenda que los leñadores de la zona afirman haber visto en una zona del bosque conocida como El Chaparral, duendes y hadas que solían engatusar a los caminantes con sus bonitas voces y sus caricias, llevándoles hasta sus guaridas donde los convertían en lagartijas o petirrojo para dotar al bosque de más animales y aumentar su encanto.
Aunque ésto no se ha podido comprobar (lo dejamos a las creencias del lector), lo cierto es que en el año 1460 el pueblo de Montejo compra a un noble de Sepúlveda, el monte lleno de hayas y robles, a orillas del río Jarama, antiguamente conocido como El Chaparral y actual Hayedo de Montejo.


El bosque, en perfecto estado de conservación, posee un microclima específico típico de los bosques Atlánticos, con veranos suaves e inviernos fríos y una precipitación regular a lo largo del año que mantiene su humedad.
Los árboles son de hoja caduca y de gran tamaño, situadas en los árboles en posición horizontal para tratar de captar la mayor cantidad de luz posible en la frondosidad del bosque.
Tienen un sotobosque escaso con especies como helechos, musgos, líquenes, zarzamoras...y especies animales adaptadas a ese entorno como el corzo, el jabalí, el zorro...

 


  



 

 


Durante el camino, tuvimos la suerte de encontrarnos con un lugareño que nos contó muchas historias del lugar y al que los alumnos escucharon con mucha atención. ¡Nos recitó hasta una poesía!


 


Conseguimos llegar a un mirador desde donde se observaba la provincia de Guadalajara. Nos llamó mucho la atención la diferencia tan grande entre una zona del paisaje deforestada para uso agrícola y justo en el otro lado la frondosidad del bosque que un día, ya lejano, ocupó todo lo que nos rodeaba. ¡Increíble lo que la mano del hombre es capaz de hacer!











¡Buen trabajo chicos!